La vorágine de la adulación, de las caravanas habían terminado menos el acto de gobierno pleno
El nuevo día no fue como el de ayer, o el de hace tres días, la vorágine de la adulación, de las caravanas habían terminado, se sentía mal, como si un día antes le hubieran inyectado una droga o algún brebaje que le daba fuerzas y ánimo para no dormir para no despertar en otra realidad.
Los teléfonos ya no sonaron, el eco del señor candidato, señor senador, señor gobernador, las palmadas siempre estuvieron a pesar de violar diversas leyes, reglamentos, debido a que la ley estaba mal, menos el acto de gobierno pleno…
¿Quién se ha llevado mi queso?
@romansanchezz